sábado, 1 de enero de 2022

 Queridos Reyes Magos:

Aquí estoy junto con Helena pensado en ustedes. Y cuando reflexiono en lo que quisiera pedirles, quiero que sepan que no necesito nada, tan sólo conservar los regalos que me ha dado la vida: mi familia, mis hijos divinos, la salud y este lugar que nos cobija.

Podría decir que si ustedes quisieran regalarme algo, que sea la sorpresa de redescubrir más momentos mágicos, que aprenda a ser maga para saber combinar los elementos que generan alquimia, y sobre todo, ser un poco más sabia para ver la luz en cada día, la conexión con mi alma, la simplicidad de cada instante, el profundo sentido de nuestra existencia.

Que su oro traiga prosperidad, que el incienso traiga esperanza y la mirra la apertura al milagro de esta vida.

Un abrazo al cielo infinito,

Anabella

 



domingo, 29 de agosto de 2021

Vuelta a mí

 ¿Qué arista tomar para ingresar a mí, para re-preguntarme quién soy, para reencontrarme en el silencio, dejando lejos el ruido mental que me avasalla, me debilita, me hace perderme aún más? ¿Cómo lograr ese silencio, que permite la calma, relaja mi mente y mi cuerpo?

De forma espontánea cierro mis ojos, y me concentro en mi respiración. Observo mi postura, y los sitios de tensión. Poco a poco voy relajándome.

Es en este proceso cuando mis dedos comienzan a tipear lo que comienza a expresar en palabras mi mente, mi corazón -- ¿quién me comanda? ¿la mente? ¿el corazón? ¿ninguno? ¿o son automatismos que hacen perderme aún más?

Volver a reconocer mi esencia, a hacer emerger esa fuerza interna que a veces se desvirtúa a través de la ira, o de la frustración... a reencauzarla para impulsarme a tomar decisiones, a crear o retomar rutinas que me expanden, a creer en mí, en mi luz interna, en mi risa dormida, en el poder de mis manos, y en mis palabras tiernas...que se han ido esfumado en los últimos años.

A saber observar con los cinco sentidos, a realmente comprender lo afortunada que soy, que la vida me ha dado mucho, que me ha bendecido de muchas maneras, desde la libertad de decidir qué vida quería para mí hasta romper patrones familiares. 

Me he lanzado a la aventura hace 10 años, sirviéndome de mi profesión y de mi capacidad de ejecución para sobrevivir en este mundo complicado. Y he confiado muchas veces en mi fuerza creadora; he sido bendecida con mis dos hijos, mis grandes maestros, y he podido elegir donde vivir, rodeada del mar y de la naturaleza que me han salvado tantas veces, y siempre junto a mi compañero de ruta.

Lo afortunada que soy parece muy evidente a los ojos de los demás, pero muchas veces me he perdido en mi ruido mental, en mi oscuridad, en los lastres de mi infancia y crianza, sin tomar la responsabilidad que implica retomar el camino, para recuperar mi norte.

Volver a recuperar mis espacios, para que en ese silencio, fluya y confíe en el poder de la vida. En dejar de ser reactiva y focalizarme en lo positivo, para volver a ser optimista. En dejar el control frenético que me va carcomiendo por dentro, y me aleja de quienes me aman, en saber poner límites amorosos y no sucumbir en el proceso.

Hoy llego a este punto de inflexión, donde luego de padecer la crisis en mi cuerpo, me propongo hacer un pacto conmigo misma, para continuar evolucionando en esta vida.

Me propongo no olvidarme de mí misma, a dedicar un ratito cada día a hacer algo que me haga sentir bien, a poner el foco en lo importante, a observar lo que da sustancia a la vida, a sentir el poder de las pequeñas grandes cosas, a volver a saborear la vida, a través de las risas de mis hijos, observándolos y conectando con ellos genuinamente, a través de la mirada profunda a mi compañero, sintiéndome sumamente agradecida, a encontrar siempre la luz en el día, y a intentar dejar de lado tanto control que me agota.

Hoy me propongo madurar en abundancia, expansión, sabiduría, y sobre todo, en paz.




lunes, 26 de noviembre de 2018

Mi Helenushca

Mi amada Helena, ya has cumplido 4 añitos. Te observo y en un abrir y cerrar de ojos te has convertido en una nena hermosa. Tus ojos hablan por sí solos, son el reflejo de tu vivaz almita que ilumina todo lo que toca. Tus ocurrencias y tu espontaneidad despeja las nubes de mis malos días. Tu rebeldía me hace pensar que seguirás tus ideales. Tu perseverancia te hará vencer cualquier obstáculo para lograr tus sueños.
Cuanto más te miro, más me doy cuenta de cuanto te amo. Con vos aprendí el significado del amor incondicional y de lo fugaz que es el tiempo. Cuando vuelvo a mirarte, siento que quisiera retener este instante e imprimir esta estampa en mi mente y corazón por siempre.
Sigue siendo una niña curiosa, que juega, juega y juega. Cultiva tus amistades, ama a tu hermano, vive plenamente y confía en mí para lo que necesites. Mamá estará siempre aquí para escucharte, para acompañarte cuando lo necesites.
Te amo mi corazón

viernes, 16 de noviembre de 2018

Silencio

Aquí sola me encuentro en la quietud de la noche, escuchando el silencio. Tan ansiado silencio.

Tú me abres la puerta a mi interior. Tú me abrazas para sentir calma, y de alguna manera descansar de la vorágine del día. Tú eres el que disparas mis ideas, el que me anima a contemplar lo que me rodea, el que me permite escucharme, tan sólo escucharme y poder reposar en ti, silencio.

Tú eres el que corre máscaras, el que desvela misterios, el que me invita a reposar y conciliar mi sueño. Silencio, gracias por encontrarte.

martes, 24 de abril de 2018

En mis recuerdos

Cierro mis ojos y comienzan a proyectarse imágenes, luces de colores como un caleidoscopio de sensaciones y vivencias con seres que me acompañaron, cuidaron y amaron en mis primeros años de vida. Percibo felicidad y la profunda convicción de haber sido querida y deseada por mi familia.

Aparecen escenas que tienen como protagonistas a aquellas sabias mujeres que supieron transmitirme los valores y las cualidades de una persona honorable e íntegra: Tía María y Abuelita Isabel, mujeres fuertes que, a pesar de las dificultades y del paso del tiempo, siempre conservaron la alegría y la juventud en su espíritu.

Tía María y sus recetas de remedios caseros que demostraban su vocación de servicio y su afán por aliviar las tristezas con amor y compañía. Mi Abuelita Isabel, que por momentos parecía severa, pero cuando su mirada penetraba en mis ojos, sabía que nada malo podía pasar a su lado. Estas dos mujeres construyeron una alianza en la cual sólo fluían las buenas intenciones. Recuerdo las canciones y las historias que nos relataban. Tan reales que por momentos sentí vivirlas. Ese mundo de seres fantásticos y de ángeles que nos guardaban siempre me acompañaron.

Fue mi adorada Tía quien me enseñó las primeras oraciones, a entender que Dios estaba en nosotros y sentir que nos protegía. Aprendí junto a ella a explorar la profundidad de las cosas sencillas, a saber que lo bueno y verdadero siempre es lo simple. Aprendí a cocinar viéndola cocinar. Esa atmósfera natural en la que me quedaba observándola y ella cuidando los tiempos de cada ciclo, las purgas en los cambios de estación y el respeto por el otro.

Y como descendencia de estas ellas, está mi Abuela. Querida Mamá Betty, la que durante toda mi vida me ha acompañado, dejándome experimentar la vida y sosteniéndome con su comprensión infinita en cada caída. Mi abuela, alma sincrónica a la mía. Te percibo y apareces en mis pensamientos. Los años han pasado, pero sigues teniendo esa apertura que te hace única. No envejeces porque sigues disfrutando de la vida. Te atreves a experimentar el placer del sentir a través de tu cuerpo y en el contacto con la naturaleza.

Gracias mujeres divinas por inspirar mi vida. Pasa el tiempo y los recuerdos se hacen carne.

miércoles, 24 de enero de 2018

Palabras liberadoras

Miedo, terror dentro de mí. Miedo a que mi cuerpo siga pasándome factura. De pronto, emerge la ira por lo acallado, por lo que permití en mi pasado, por las decisiones no tomadas, por haberme postergado, por no haberme sabido cuidar a tiempo, por la culpa, por aquellos rencores que no terminan de esfumarse dentro mío, por lo que podría haber sido y no fue, porque no se puede borrar lo vivido, porque al final la experiencia de este vida termina siendo aprendizaje de fuego, porque lo que no aprendes hoy, la vida vuelve a ponerte la misma situación delante de tus ojos.

Cómo terminar de sanar? Cómo aliviar este peso, esta angustia dentro mío? Cómo aprender a soltar lo que ya no me pertenece? Cómo convertirme en una mujer fuerte, pero flexible por dentro, donde mi corazón no se convierta en piedra, cómo aprender a disfrutar de mi presente y dejar atrás las nostalgias y las penas?

La culpa sobreviene cuando soy consciente de lo que pierdo por vivir o de disfrutar por tener una mente abrumada, donde al final siento que a veces no tengo derecho de las bendiciones diarias, donde existe esa tendencia al auto-sufrimiento.

Soltar este peso, alivianar mi alma, practicar la sonrisa, expresar lo que siento, disfrutar mi presente, abrazar a mis seres amados, y dar un paso más hacia adelante, sin paralizarme.

Desear que la vida me de revancha y que la salud me acompañe para poder acompañar el crecimiento de mis amados hijos, de que pueda vivir la vida intensamente junto a mi compañero de ruta, tan fiel y leal, que me ha aceptado a pesar de mis defectos y limitaciones.


Querido blog: Cuánto tiempo ha pasado desde que te visité y me animé a plasmar mis pensamientos. La vida ha sido vertiginosa en el último año y no busqué el momento para sentarme y reflexionar. Estaba encendido el piloto automático y mi tiempo de contemplación quedó aletargado.
Helena se ha convertido en una nena hermosa e inteligente. El rasgo más saliente de su personalidad es la determinación con la que hace las cosas. Su espíritu es sumamente independiente y su cuerpito es movimiento constante. Su risa y conversaciones llenan la casa y sus abrazos iluminan mis días. Dentro de unas semanas se convertirá en hermana mayor y nuestra familia se convertirá en gran familia, ya seremos cuatro. Imagino el momento en que Helena y su hermano se conozcan y me produce gran emoción.