sábado, 1 de enero de 2022

 Queridos Reyes Magos:

Aquí estoy junto con Helena pensado en ustedes. Y cuando reflexiono en lo que quisiera pedirles, quiero que sepan que no necesito nada, tan sólo conservar los regalos que me ha dado la vida: mi familia, mis hijos divinos, la salud y este lugar que nos cobija.

Podría decir que si ustedes quisieran regalarme algo, que sea la sorpresa de redescubrir más momentos mágicos, que aprenda a ser maga para saber combinar los elementos que generan alquimia, y sobre todo, ser un poco más sabia para ver la luz en cada día, la conexión con mi alma, la simplicidad de cada instante, el profundo sentido de nuestra existencia.

Que su oro traiga prosperidad, que el incienso traiga esperanza y la mirra la apertura al milagro de esta vida.

Un abrazo al cielo infinito,

Anabella

 



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